Conforme crecemos comenzamos a notar que nuestro cuerpo y su funcionamiento cambian y quizá uno de los cambios que más sufrimos la mayoría de personas en México, es en nuestra salud digestiva, pues el tipo de comida y hábitos alimenticios que tenemos terminan afectando tarde o temprano nuestro estómago, causando problemas digestivos comunes como úlceras gástricas, reflujo, enfermedades inflamatorias intestinales, cálculos biliares, etc. Para prevenir esto, aquí te dejamos algunos tips sobre ¿Cómo cuidar tu salud digestiva?
1. Llevar una alimentación variada:
Es importante que en tu plan alimenticio contemples todos los grupos de nutrientes, incluyendo una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Muchos estamos acostumbrados a comer botanas fritas, o comidas bastante picantes o con grasa, y el consumo excesivo de este tipo de comidas suele perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal propiciando náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras, entre otros problema.
2. Beber suficiente agua:
Tomar agua no sólo es vital para mantenernos activos y lucir una piel hidratada, también es esencial para llevar a cabo una buena digestión pues ayuda a que nuestro cuerpo descomponga y procese los alimentos para poder absorber los nutrientes. Además el agua ablanda las heces, lo que ayuda a evitar problemas como el estreñimiento.
3. Cuidar nuestra salud mental:
¿Has escuchado eso de que algunas personas somatizan el estrés y ansiedad a través de problemas gastrointestinales? Pues tienes que saber que no sólo lo que ingerimos afecta nuestra digestión, también lo que vivimos día a día, aunque el estrés es una respuesta fisiológica normal presente en todos los seres vivos, experimentarlo de manera cotidiana o crónica afecta nuestro sistema nervioso entérico que es una subdivisión del sistema nervioso autónomo encargada de modular la actividad del aparato digestivo de forma directa, y que puede alterar la absorción de nutrientes, controlando la secreción de ácido gástrico, modificando el flujo sanguíneo a nivel local y determinando los patrones de movimiento intestinal, provocando por ejemplo, síntomas como espasmos esofágicos, acidez estomacal, náuseas, estreñimiento o diarrea.
4. Consumir probióticos:
Regularmente asociamos el yogurt a los probióticos, y aunque es una de las fuentes más comunes en dónde podemos encontrarlos, no es la única, ya que también puedes obtenerlos a través de alimentos como el Chucrut, Kimchi, Miso, Tempeh o Kombucha.
Cuando ingerimos suficientes probióticos, protegemos nuestro aparato digestivo de microorganismos nocivos, además de mejorar la digestión y la función intestinal.
Así que es indispensable que además de llevar una alimentación saludable, rica en nutrientes y bebiendo mucha agua, cuides tu salud mental evitando situaciones prolongadas de estrés y acudiendo a consulta con un experto. Recuerda también que evitar el consumo de alcohol, comer despacio y no saltarte comidas te ayudará a mejorar tu salud digestiva.
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